Confesiones de un Viajero Reservado
Viajar para mí es un poco como morir: pierdo todo contacto con el
exterior, mis sentidos se relajan tanto que parecen detenerse, y frente a mis
ojos inmóviles y vidriosos ocurren montones de cosas, como si en verdad hubiera
fallecido, pero como si hubiera sido una muerte placentera y tranquila, con todos mis asuntos en paz...
Y aún así, las personas tienen métodos para canalizar a mi
perdido ser, usando ese ritual tan místico y unificador que es la comunicación;
algunos intentan usar sus voces, aunque por lo general se ahogan en un mar de
melodías que escucha mi ahora fallecido ser; otros usan señas para llamar la
atención de mi mirada al vacío, pero suelen flotar alrededor de mis ojos
inertes mis más felices recuerdos; algunos incluso me ofrecen aquello que me
puso en este limbo tan misterioso y bello a la vez…
Y aunque la sensación de paz en todo mi cuerpo se mantiene, vuelvo
a la vida, al mundo real, al mundo en el que uno sufre y disfruta; un mundo que
para mí deja de lucir tan mal por algunos segundos antes de regresar a la
rutina.
-Pablo Sosa Hernández
Y a quienes se hayan metido por algún link de redes sociales, les pido de favor que compartan este contenido, y que me den una opinión sobre mi trabajo: la crítica positiva siempre me ayuda a mejorar.
P.D: No es que no sea igual de importante que este texto, pero recientemente terminé un pequeño taller de composición musical, y aquí les dejo mi examen final: una curiosa canción "un poco house" en palabras de mi profesor; una canción a la cual llamé "Sweet Reality"; pero como no tengo ni idea si aquí se puede subir música o no, AQUÍ está el link.
¡Nos vemos!
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